Un cambio de dieta puede acabar con las lesiones de Robben
Los problemas musculares de Arjen Robben tienen solución: una dieta adecuada. Así al menos lo cree Tscheu La Ling, ex futbolista internacional holandés y dueño de una clínica a la que el jugador del Real Madrid acude con asiduidad. "El jugador no estaba comiendo lo que debía. Estamos elaborando una nueva dieta para él y no volverá a ser un hombre de cristal. Tenemos la solución y a partir de ahora veremos a un Robben más fuerte", ha asegurado La Ling en declaraciones al sitio web holandés revu.nl.
La Ling, además, anuncia que Robben volverá a los terrenos de juego mucho antes de lo previsto, "la próxima semana o la siguiente, como muy tarde". Una previsión que contrasta de forma llamativa con le emitida por los servicios médicos del Real Madrid tras conocerse el alcance de la última lesión del futbolista: de cinco a seis semanas de baja. "Son unos curanderos", dice La Ling sobre los galenos blancos. Según su teoría, todo el problema de Robben se reduce a la alimentación. "Es como un coche que necesita el aceite adecuado. Y, si no, se rompe", finaliza.
Los problemas musculares de Arjen Robben tienen solución: una dieta adecuada. Así al menos lo cree Tscheu La Ling, ex futbolista internacional holandés y dueño de una clínica a la que el jugador del Real Madrid acude con asiduidad. "El jugador no estaba comiendo lo que debía. Estamos elaborando una nueva dieta para él y no volverá a ser un hombre de cristal. Tenemos la solución y a partir de ahora veremos a un Robben más fuerte", ha asegurado La Ling en declaraciones al sitio web holandés revu.nl.
La Ling, además, anuncia que Robben volverá a los terrenos de juego mucho antes de lo previsto, "la próxima semana o la siguiente, como muy tarde". Una previsión que contrasta de forma llamativa con le emitida por los servicios médicos del Real Madrid tras conocerse el alcance de la última lesión del futbolista: de cinco a seis semanas de baja. "Son unos curanderos", dice La Ling sobre los galenos blancos. Según su teoría, todo el problema de Robben se reduce a la alimentación. "Es como un coche que necesita el aceite adecuado. Y, si no, se rompe", finaliza.